Fernando Ortiz

Mientras se pierde el eco de unos pasos,
alfombrados de sombras y silencios,
ríe un niño en la alberca del verano,
hay en invierno un familiar brasero,
los Reyes Magos dejan sus juguetes
en el balcón, la alcoba, padres, sueños,
niño sordo, lector ensimismado,
el despertar del sexo y el alcohol,
aturdimiento, versos, soledad.
Más soledad, tres hijas, unos nietos;
la soledad de dos en compañía.
Con mano de vejez manchada escribe
antes que el tiempo aviente sus cenizas.

Si hubo vida, y la hay, y dejará de haberla
y ese saber es tuyo:
¿en dónde está el engaño?
La triste y torva guardarropía del envejecimiento y de la muerte
orla hoy con funeral guirnalda tus poemas.
Ahorra el eco hueco y el tétrico teatro.

Una cajita de plata
donde la Torre del Oro
canta en silencio sonoro
a un jardín que se recata. ¿Es de Mozart la sonata?
Juega una muñeca al coro,
da el visillo un pase al toro,
la flor una serenata. Sanlúcar de Barrameda,
el Coto a la mañanita,
memoria, mar, luz y tiempo... Que salen como la seda
de esta mágica cajita
con gusto y sin contratiempo.

Leyenda del poeta

(Al margen de Últimos viajes y aventuras
de Emilio Rosales)

Soy el poeta y ésta es mi leyenda:
fui al lugar más secreto y alejado
y pisé los umbrales de la muerte
pues querer vivir más es la aventura.
Susurra el sueño lo que más deseo:
huir del sueño, qué señero sueño.
Trama y trampa de todos los caminos
el jardín que buscamos y no existe.
Allí fuimos felices hasta el día
en el que vimos la verdad desnuda.
Es mi reino de ausencias y fantasmas.
Con la promesa del conocimiento
se nos da la certeza del destierro.
Temor, azar, deseo, incertidumbres. Ambigua y seductora es esa fábula
que anhelamos: vivir intensamente.
Temor y mal y muerte me acompañan.
Tierras vedadas, vértigos, fronteras
donde la vida y muerte se confunden.
Hago aventura del dolor y el miedo.
Del miedo y del dolor el amor nace. Un ónice brillaba entre la niebla.
El azar, los señuelos, un capricho
lanzan al hombre a lo desconocido.
Mi geografía es siempre legendaria,
mapa de ensueños y fascinaciones.
¿Allá la rosa negra del origen
que en su interior encubre las cenizas?
Descubrimiento, tentación y reto;
evasión y nostalgia es la aventura.
Voces del viento habrán de rescatarnos.
El camino cerrado por el Bosque
donde voces del viento nos convocan.
Para creer que soy, yo las escucho.