Tal
vez la mano, en sueños, del sembrador de estrellas, hizo sonar la música olvidada y la ola humilde a nuestros labios vino de unas pocas palabras verdaderas. |
Revista
Latina, n.º 2, 30 octubre 1907. Soledades. Galerías. Otros poemas, Madrid, Pueyo, 1907. |