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Madrid
- Valencia - Barcelona - Collioure
(1936-1939) |
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1936 |
• Colabora
en el semanario Ahora y en Ayuda, donde publica el famoso
poema «El crimen fue en Granada» (17 de octubre), a raíz del asesinato de Federico García
Lorca.
• El día
24 de noviembre tiene lugar la evacuación de intelectuales a
Valencia, dispuesta por el gobierno republicano y organizada por el
V Regimiento; la expedición llega a Valencia el día 26,
instalándose en la Casa de la Cultura (Machado salió de
Madrid con su madre, sus hermanos José, Francisco, Joaquín
y las familias de estos últimos). Pocos días después
se traslada a Villa Amparo, cerca
del pueblo de Rocafort y próximo a Valencia.
• En noviembre firma
la resolución del Secretariado de la Asociación Internacional
de Escritores para la Defensa de la Cultura (junto con Rafael Alberti,
José Bergamín, Ilya Ehrenburg, André Malraux, etc.).
• El 11 de diciembre de 1936, en la plaza Castelar de Valencia, lee su poesía «El crimen fue en Granada». Antonio Machado leyó esta poesía, con el título de «Homenaje al gran poeta García Lorca» (asesinado en Granada el 19 de agosto), con motivo de la inauguración de la «Tribuna de agitación y propaganda» instalada en medio de la plaza Castelar por el Ministerio de Instrucción Pública. El acto tuvo lugar a las 4 de la tarde, en una plaza abarrotada de gente, y con la asistencia del ministro, el comunista Jesús Hernández, y la intervención de León Felipe.
• En este año
mueren Valle-Inclán (el 5 de enero) y Unamuno (el 31 de diciembre);
la muerte de Unamuno, especialmente, afectará en gran manera
a Machado. |
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1937 |
Antonio
Machado
por Ramón Gaya
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• Prosigue
la publicación de «Juan de Mairena» a partir del
primer número de la revista Hora
de España (enero 1937 - octubre 1938), órgano
de los intelectuales republicanos y una de las publicaciones más
importantes de los años de guerra (fundada y dirigida en Valencia
por Rafael Dieste, Antonio Sánchez Barbudo, Ramón
Gaya y Juan Gil-Albert, a los que se unieron a mediados de año
María Zambrano y Arturo Serrano Plaja). Los artículos de
«Juan de Mairena» de Antonio Machado abrían cada número,
en la primera sección de «Ensayos».
• Participa
en la Conferencia Nacional de Juventudes Socialistas (12 de enero)
en Valencia.
Son
los meses álgidos de la guerra. Machado está enfermo
(tiene 62 años), y así lo dice en una carta al escritor
ruso David Vigodsky (publicada en Hora de España,
n.º IV, abril 1937):
En
efecto, soy viejo y enfermo, aunque usted por su mucha
bondad no quiera creerlo: viejo, porque paso de los sesenta,
que son muchos años para un español; enfermo, porque
las vísceras más importantes de mi organismo se han
puesto de acuerdo para no cumplir exactamente su función.
Pienso, sin embargo, que hay algo en mí todavía poco
solidario de mi ruina fisiológica, y que parece implicar
salud y juventud de espíritu, si no es ello también
otro signo de senilidad, de regreso a la feliz creencia en la
dualidad de sustancias.
De
todos modos, mi querido Vigodsky, me tiene usted del lado de
la España joven y sana, de todo corazón al lado del
pueblo, de todo corazón también enfrente de esas fuerzas
negras –¡y tan negras!– a que usted alude en su carta.
En
España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada
defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve,
pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances
duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan
la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero
la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo
de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia
es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud.
• En
julio interviene en el II Congreso Internacional de Escritores,
organizado por la Alianza Internacional de Escritores Antifascistas
como demostración de solidaridad de los intelectuales de todo
el mundo con la causa de la República (la delegación española
estaba formada por Benavente, Álvarez del Vayo, Ricardo Baeza,
Margarita Nelken, María Teresa León, Bergamín, Alberti,
Navarro Tomás y León Felipe); Machado lee en el Congreso
reunido en Valencia el discurso de clausura, «Sobre la defensa
y la difusión de la cultura».
• Es
nombrado presidente del Patronato de la Casa de la Cultura, colaborando
en Madrid. Cuadernos de la Casa
de la Cultura; colabora además, en este año, en
numerosas publicaciones de la guerra: La Voz de España,
Ahora, Servicio Español de Información,
Ayuda, Nuestra Bandera, Mediodía, Defensa
Nacional, Liberación, Nueva Cultura, Nuestro
Ejército, Frente Rojo..., además de sus artículos
mensuales en Hora de España. A pesar de sus años
y enfermedad, la actividad de Machado en la prensa en esos años
de guerra es ingente.
En
el discurso pronunciado en la sesión de clausura del II
Congreso Internacional de Escritores, Machado insiste en los
temas de 1934-36:
Entre
nosotros, españoles, nada señoritos por naturaleza,
el señoritismo es una enfermedad epidérmica, cuyo
origen puede encontrarse, acaso, en la educación jesuítica,
profundamente anticristiana y –digámoslo con orgullo– perfectamente
antiespañola. Porque el señoritismo lleva implícita
una estimativa errónea y servil, que antepone los hechos
sociales más de superficie –signos de clase, hábitos
e indumentos– a los valores propiamente dichos, religiosos y
humanos. El señoritismo ignora, se complace en ignorar
–jesuíticamente– la insuperable dignidad del hombre. El
pueblo, en cambio, la conoce y la afirma, en ella tiene su cimiento
más firme la ética popular. «Nadie es más
que nadie» reza un adagio de Castilla. ¡Expresión
perfecta de modestia y de orgullo! Sí, «nadie es más
que nadie» porque a nadie le es dado aventajarse a todos,
pues a todo hay quien gane, en circunstancias de lugar y tiempo.
«Nadie es más que nadie», porque –y éste
es el más hondo sentido de la frase–, por mucho que valga
un hombre, nunca tendrá valor más alto que el valor
de ser hombre. Así habla Castilla, un pueblo de señores,
que siempre ha despreciado al señorito [Hora de España,
n.º VIII, agosto 1937].
• Publica
su último libro, La guerra (Madrid, Espasa-Calpe), ilustrado
por su hermano José. |
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1938 |
Antonio
Machado
en Barcelona |
Antonio
Machado
por José Machado |
• Ante
el avance de los nacionales, en marzo se traslada a Barcelona. Machado
se instala provisionalmente en el hotel Majestic y, a los pocos días,
se aloja en la torre Castañer (en el paseo de Sant Gervasi).
Prosigue sus colaboraciones en Hora de España (la revista
se había trasladado a Barcelona en enero) y comienza su serie
de artículos en La Vanguardia con el título «Desde
el mirador de la guerra», que constituyen una de las visiones
más clarividentes y trágicas sobre la guerra de España
escrita en estos años. Continúa sus colaboraciones en Servicio
Español de Información y Nuestro Ejército,
y escribe los prólogos a los libros de Manuel Azaña, Los
españoles en guerra, y de Valle-Inclán, La corte
de los milagros. |
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1939 |
Machado
en Raset (Gerona),
camino de la frontera |
• El
día 22 de enero marcha con su familia y junto con otros intelectuales
en dirección a la frontera de Francia, adonde llegan tras duras
penalidades el día 27. La frontera es un éxodo. Antonio
Machado, enfermo, tiene 64
Última
fotografía de
Antonio Machado |
años;
su madre Ana Ruiz que le acompaña, 88. El paso de la frontera
es a pie y bajo la lluvia que cae en este fatídico día,
junto a una multitud de gente (el 14 de enero había caído
Tarragona y pocos días después los nacionales llegaban a
la línea del Llobregat; el gobierno republicano se trasladó
de Barcelona a Gerona –la última sesión parlamentaria celebrada
en suelo español, con Negrín al frente, fue en Figueras
el 1 de febrero–; Barcelona cayó el 26 de enero: hasta el 10
de febrero pasaron a Francia en torno a 400.000 personas, entre
ellas Machado). El día 29 de enero, Machado, su madre y su hermano
José llegan a Collioure, instalándose en el hotel
Bougnol-Quintana (Machado declina diversos ofrecimientos de asilo,
entre ellos el de trasladarse a la Unión Soviética). En
febrero, Machado cae enfermo, agravándose el día 18. El
día 22 de este mes, muere Antonio
Machado; tres días después moría también su
madre. Ambos fueron enterrados en el cementerio del pueblecito francés
de Collioure.
Entierro
de Antonio Machado |
Termino
esta cronología con estas palabras de Antonio Machado en
Hora de España:
Escribir
para el pueblo –decía mi maestro– ¡qué más
quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo, aprendí
de él cuanto pude, mucho menos, claro está, de lo
que él sabe. Escribir para el pueblo es escribir para el
hombre de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra habla,
tres cosas inagotables que no acabamos nunca de conocer. Escribir
para el pueblo es llamarse Cervantes, en España; Shakespeare,
en Inglaterra; Tolstoi, en Rusia. Es el milagro de los genios
de la palabra. Por eso yo no he pasado de folklorista, aprendiz,
a mi modo, de saber popular. Siempre que advirtáis un tono
seguro en mis palabras, pensad que os estoy enseñando algo
que creo haber aprendido del pueblo [Hora de España,
n.º I, enero 1937].
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La primera versión de esta «Cronología» de Antonio Machado, la publiqué sin firmar, hace ya más de 25 años, en Anthropos. Revista de información y documentación (Barcelona), n.º 50, junio 1985, pp. 62-72, con el título «Antonio Machado: datos cronológicos de una biografía». |
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Abel
Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado
www.abelmartin.com
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