¿Y
ha de morir contigo el mundo mago donde guarda el recuerdo los hálitos más puros de la vida, la blanca sombra del amor primero, que tú querías retener en sueños, y todos los amores que llegaron al alma, al hondo cielo? la vieja vida en orden tuyo y nuevo? ¿Los yunques y crisoles de tu alma trabajan para el polvo y para el viento? |
Renacimiento
Latino, n.º 2, mayo 1905. Soledades. Galerías. Otros poemas, Madrid, Pueyo, 1907. |