Madrid
(1883-1907)

 
1883
• Cuando Machado tiene ocho años su familia se traslada a Madrid (septiembre), donde el abuelo ha sido nombrado catedrático de historia natural en la Universidad Central.

• Antonio Machado y Manuel ingresan como alumnos en la Institución Libre de Enseñanza (fundada en Madrid en 1876 por los profesores separados de la universidad oficial, y bajo la inspiración de Francisco Giner de los Ríos); eran profesores de la Institución, entre otros, José de Caso, Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, José Ontañón y Francisco Quiroga.
 
1889

Miau

Benito Pérez Galdós, Miau

• Comienza sus estudios de bachillerato (mayo), como alumno libre, en el Instituto de San Isidro, y al año siguiente en el Instituto Cardenal Cisneros. Empiezan las aficiones literarias de Machado, sobre todo por el teatro, y junto con su hermano Manuel frecuentan ambos toda clase de tertulias y ambientes literarios de Madrid; traban amistad en estos años con Ricardo Calvo (hijo de Rafael Calvo, director del Teatro Español) y con Antonio de Zayas.
 
1892
• El padre de Antonio Machado consigue un puesto como abogado en la administración pública de Puerto Rico, adonde se traslada (agosto), pero enferma gravemente poco después de llegar.
 
1893
• Muere el padre de Machado (4 de febrero), cuando regresaba de Puerto Rico. En este año, Antonio Machado publica, con seudónimo, algunas colaboraciones en el semanario satírico La Caricatura, dirigido por Enrique Paradas. Manuel se traslada a Sevilla para cursar estudios de Filosofía y Letras.
 
1896
• Muere el abuelo, Antonio Machado y Núñez (25 de julio). La familia queda en una situación penosa, viviendo de la renta de la abuela; por decisión familiar, el hermano menor, Joaquín (tiene 14 años) emigra a Guatemala (de donde regresará sin éxito y enfermo a los pocos años, en 1902; en un principio se pensó en enviar a América a Antonio Machado, debido a su mayor edad).

• Antonio Machado asiste a la tertulia de don Eduardo Benot, lingüista, erudito y ex ministro de Fomento durante la I República, tertulia a la que concurrían destacadas personalidades (Nicolás Estébanez, Francisco Pi y Margall); allí conoce a Valle-Inclán, a quien habría de dedicar una constante admiración y amistad. Como trabajo remunerado, colabora en el Diccionario de ideas afines (1898) que dirigía Benot, encargándose de la parte correspondiente a verbos.

• Recomendado por el poeta Federico Balart, entró como meritorio en la compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, interviniendo esporádicamente en tres obras de aquella temporada (octubre 1896 - marzo 1897).
 
1898

Idearium español

Ganivet, Idearium español

• Acompaña a Manuel (marzo) a un viaje a Sevilla; allí ve de nuevo el palacio de las Dueñas donde nació y el entorno familiar de sus años de infancia.
 
1899

Hacia otra España

Maeztu, Hacia otra España

• En junio viaja a París, donde se reúne con su hermano Manuel, para trabajar como traductor en la editorial Garnier. Se instalan en el hotel Médicis, donde se alojó Verlaine en sus últimos años, en pleno Barrio Latino; conocen a Oscar Wilde (un año antes de su muerte) y viven el ambiente de bohemia del «fin de siglo» de París. Allí traban amistad con el diplomático y escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo (quien había publicado ya un primer libro, de crónicas, Bohemia sentimental) y con Pío Baroja (que al año siguiente publicaría también su primer libro, de no menos significativo título, Vidas sombrías). En París, Machado escribe buena parte de los poemas que más tarde formarían Soledades. Regresa a Madrid en octubre.
 
1900
• En septiembre obtiene el grado de bachiller, en el Instituto Cardenal Cisneros, y se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, aunque no proseguirá los estudios.
 
1901
• Publica sus primeros poemas en la revista modernista Electra. Electra (marzo-mayo 1901) sería, junto a sus predecesoras Germinal (1897, 1899), Vida Nueva (1898-1900), Revista Nueva (1899), Arte Joven (1901) y las posteriores Juventud

Prosas profanas

Rubén Darío, Prosas
profanas

(1901-1902), Revista Ibérica (1902), Helios (1903-1904) y Alma Española (1903-1904), la plataforma –junto a la prensa progresista del momento– del amplio movimiento renovador de la «gente nueva» (frente a la «gente vieja», defensora del statu quo social y literario de la Restauración). La revista estaba dirigida por un grupo integrado por Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Valle-Inclán, Villaespesa y Manuel Machado como secretario de redacción; en ella colaborarán, además de Antonio Machado, Benavente, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez...

Es el momento de la eclosión del movimiento modernista y de los jóvenes escritores más tarde encuadrados como «generación del 98». Muchos de estos nuevos escritores (nacidos en su mayoría entre 1865 y 1875), aparte su actividad inicial de publicistas, habían ya publicado sus primeras obras: Unamuno, Paz en la guerra (1897) y Tres ensayos (1900); Ganivet, Idearium español (1897) y Los trabajos del infatigable creador Pío Cid (1898); Valle-Inclán, Femeninas (1895) y Epitalamio (1897); Benavente, La comedia de las fieras (1898) y Lo cursi (1901); Pío Baroja, Vidas sombrías y La casa de Aizgorri (ambas de 1900) y Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901); José Martínez Ruiz (después «Azorín»), El alma castellana (1900) y Diario de un enfermo (1901); y Juan Ramón Jiménez, Almas de violeta y Ninfeas (ambas de 1900). Una oleada iconoclasta en la atonía ambiente. Antonio Machado, que no publicará su primer libro hasta 1903, colabora sin embargo en la mayor parte de las revistas del momento.
 
1902

La voluntad

Azorín, La voluntad

• Segundo viaje de Antonio Machado a París (abril-agosto), donde Gómez Carrillo le ha conseguido un modesto empleo en el consulado de Guatemala. Allí conoce a Rubén Darío, poeta ya consagrado; ambos trabarían amistad, que se mantendría hasta la muerte de Darío en 1916.

En una carta a Unamuno, Machado resume su experiencia de París, donde tras expresar que la vida allí era poco fecunda para el arte, devenido superfluo, dice:

Pasa lo contrario en España, donde aparte algunas capitales que tienen alma postiza, la vida, que se ignora a sí misma, corre más espontánea y verdadera, y tiene mayor encanto para el arte. [...] Empiezo a creer, aun a riesgo de caer en paradojas, que no son de mi agrado, que el artista debe amar la vida y odiar el arte. Lo contrario de lo que he pensado hasta aquí [carta de Antonio Machado citada por Unamuno en su artículo «Vida y arte», Helios, n.º V, agosto 1903; en Antonio Machado, Epistolario, Barcelona, Octaedro, 2009, p. 39].

• A su regreso de París, Machado comienza su amistad con Juan Ramón Jiménez, a quien visita en el Sanatorio del Rosario de Madrid. En septiembre colabora con Manuel y Francisco Villaespesa en una adaptación del drama de Victor Hugo, Hernani.

• Colabora en la Revista Ibérica, fundada por Francisco Villaespesa. A fines de año acompaña a Ricardo Calvo y a Valle-Inclán en una gira por Andalucía.

 
1903

• Aparece Soledades, primer libro de poesías de Antonio Machado. Está dedicado a Antonio de Zayas y

Carta a J R Jiménez

Carta a J. R. Jiménez
(1903)

Ricardo Calvo, y contiene 41 poemas (el libro sufriría una notable transformación en su segunda edición de 1907). En este año aparece también un importante libro: Arias tristes, de Juan Ramón Jiménez; el año anterior Manuel Machado había publicado Alma.

Antonio Azorín

Azorín, Antonio Azorín

Soledades —y sobre todo en su edición de 1907— es un complejo libro donde Machado asimila y objetiva la quintaesencia del pensamiento poético que vivió y que recibió en herencia. En su entraña íntima es una «escenificación» del fracaso romántico y del mundo burgués (del «mundo viejo», cuya ruina Machado vivió incluso en su entorno familiar pocos años antes, casi a la par con el desastre finisecular); es el «paisaje» de la ruina de la conciencia burguesa, enredada en el laberinto fantasmal del yo (falacia que está en la raíz del solipsismo decimonónico, es decir, el mundo como representación especular, tal como expresan los versos de Machado citados en boca de Abel Martín al inicio de esta cronología).

En 1917, en el prólogo de su edición en Páginas escogidas, Machado veía así Soledades:

Las composiciones de este primer libro, publicado en enero de 1903, fueron escritas entre 1899 y 1902. Por aquellos años, Rubén Darío, combatido hasta el escarnio por la crítica al uso, era el ídolo de una selecta minoría. Yo también admiraba al autor de Prosas profanas, el maestro incomparable de la forma y de la sensación, que más tarde nos reveló la hondura de su alma en Cantos de vida y esperanza. Pero yo pretendí –y reparad en que no me jacto de éxitos, sino de propósitos– seguir camino bien distinto. Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu; lo que pone el alma, si es que algo pone, o lo que dice, si es que algo dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto del mundo. Y aun pensaba que el hombre puede sorprender algunas palabras de un íntimo monólogo, distinguiendo la voz viva de los ecos inertes; que puede también, mirando hacia dentro, vislumbrar las ideas cordiales, los universales del sentimiento. No fue mi libro la realización sistemática de este propósito; mas tal era mi estética de entonces.

• Machado mantiene en estos años una estrecha relación con su hermano Manuel, Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío y Valle-Inclán. Después de la publicación de Soledades inició también su amistad y correspondencia con Unamuno (a quien envió un ejemplar del libro con la dedicatoria «A don Miguel de Unamuno, al sabio y al poeta. Devotamente, Antonio Machado»), con el que mantendrá una firme amistad hasta su muerte en 1936.

En una carta a Unamuno, Machado expresa:

Yo veo la poesía como un yunque de constante actividad espiritual, no como un taller de fórmulas dogmáticas revestidas de imágenes más o menos brillantes. [...] Pero hoy, después de haber meditado mucho, he llegado a una afirmación: todos nuestros esfuerzos deben tender hacia la luz, hacia la conciencia. He aquí el pensamiento que debía unirnos a todos. Usted, con golpes de maza, ha roto, no cabe duda, la espesa costra de nuestra vanidad, de nuestra somnolencia. Yo, al menos, sería un ingrato si no reconociera que a usted debo el haber saltado la tapia de mi corral o de mi huerto. Y hoy digo: Es verdad, hay que soñar despierto [carta de Antonio Machado a Unamuno, publicada fragmentariamente por éste en su artículo «Almas de jóvenes», Nuestro Tiempo, n.º 41, mayo 1904; en Antonio Machado, Epistolario, Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 52-53].

• En este año empieza su colaboración en la revista Helios (abril 1903 - mayo 1904), fundada por Juan Ramón Jiménez y Gregorio Martínez Sierra, y que había de ser una de las publicaciones más significativas del movimiento renovador. Colabora también en el periódico El País, donde pública una importante «Carta abierta a D. Miguel de Unamuno» (14 de agosto).

 
1904

Las confesiones de un pequeño filósofo

Azorín, Las confesiones
de un pequeño filósofo

• Colabora en Helios, Blanco y Negro, Alma Española y El País (donde publica una extensa crítica de Arias tristes de Juan Ramón Jiménez).
 
1905

Carta a Rubén Darío

Tarjeta postal a
Rubén Darío (1905)

• Colabora en Renacimiento Latino, Blanco y Negro y La República de las Letras.

En esta última revista publica un elogioso artículo sobre el libro de Unamuno Vida de Don Quijote y Sancho, aparecido este año:

sus bellos sermones [de Unamuno] no son voces de apocalipsis, sino palabras vivificadoras, como él dice, que exhortan a una interna renovación. [...] Existe hoy más trajín espiritual, y buen deseo de saber, de enseñar, de trabajar, que en la época anterior a nuestros desastres definitivos. Injusticia sería negar la labor que realiza la juventud: todos, aunque por diversos caminos, vamos en busca de mejor vida [«Divagaciones (En torno al último libro de Unamuno)», La República de las Letras, n.º 14, 9 agosto 1905; en Antonio Machado, Escritos dispersos (1893-1936), Barcelona, Octaedro, 2009, p. 101].

• Firma el manifiesto de protesta (marzo) con motivo de la concesión del premio Nobel de Literatura a Echegaray; entre los firmantes del manifiesto figuraron Azorín, Unamuno, Rubén Darío, Maeztu, Manuel Bueno, Luis Bello, Manuel Machado, Villaespesa, Díez-Canedo, Enrique de Mesa, Candamo, Grandmontagne, Valle-Inclán, Baroja y Gómez Carrillo, entre otros.

Vida de Don Quijote

Los pueblos

La ruta de Don Quijote

Unamuno, Vida de
D. Quijote y Sancho

Azorín, Los pueblos

Azorín, La ruta
de Don Quijote

 
1906

• Prepara oposiciones a cátedras de francés de instituto de segunda enseñanza. Colabora en la revista Ateneo y en Los Lunes de El Imparcial.

•  Recuerdo infantil
•  Hacia un ocaso radiante...

 
1907

Poesías

Aromas de leyenda

Unamuno, Poesías

Valle-Inclán, Aromas
de leyenda

• Colabora en Renacimiento (marzo-diciembre 1907, revista fundada por Gregorio Martínez Sierra y heredera de Helios) y en la Revista Latina.

• Obtiene una de las cátedras de francés (abril) y elige la de Soria. El 1 de mayo realiza una breve visita de tres días a Soria para tomar posesión de la cátedra. A su regreso, Machado escribe el poema «Orillas del Duero», que aún tiene tiempo de incluir en la nueva edición de Soledades ya en prensa. En octubre (Machado tiene 32 años), al inicio del nuevo curso, se traslada a Soria.

 

•  El viajero
•  Deletreos de armonía...
•  Al borde del sendero un día nos sentamos...
•  Las moscas
 
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Abel Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado
www.abelmartin.com