|
|
|
|
Soria
(1907-1912)
|
|
1907 |
En
Soria se aloja, en diciembre, en la casa de huéspedes de doña
Isabel Cuevas, donde Machado conoce a Leonor Izquierdo, hija de aquélla,
y con la que contraerá matrimonio dos años después.
Soria
a comienzos de siglo |
A finales de año
aparece Soledades. Galerías. Otros poemas,
nueva edición de la anterior de 1903 (de la que Machado desechó
13 poesías, reestructurando el libro y ampliándolo hasta
un total de 93 composiciones, muchas de ellas publicadas ya en revistas
anteriormente). |
|
1908 |
Es
nombrado vicedirector del Instituto de Soria (marzo). Inicia sus
colaboraciones en La Lectura
(«Revista de ciencias y de artes», 1901-1920, dirigida
por Francisco Acebal), que se prolongarán de manera continuada
hasta 1916, y en el periódico local Tierra Soriana.
En
un número conjunto de la prensa soriana publica un importante
artículo, titulado «Nuestro patriotismo y La marcha
de Cádiz», donde uniendo el recuerdo de la conmemoración
del 2 de mayo de 1808, afirma:
Acaso
el golpe recibido [la pérdida de las colonias en 1898]
nos pondrá en contacto con nuestra conciencia. Por lo pronto,
nuestro patriotismo ha cambiado de rumbo y de cauce. Sabemos
ya que no se puede vivir ni del esfuerzo, ni de la virtud, ni
de la fortuna de nuestros abuelos [...]. Somos los hijos de
una tierra pobre e ignorante, de una tierra donde todo está
por hacer. He aquí lo que sabemos. [...] Sabemos que la
patria es algo que se hace constantemente y se conserva sólo
por la cultura y el trabajo. El pueblo que la descuida o abandona,
la pierde, aunque sepa morir. Sabemos que no es patria el suelo
que se pisa, sino el suelo que se labra; que no basta vivir
sobre él, sino para él; que allí donde no existe
huella del esfuerzo humano no hay patria, ni siquiera región,
sino una tierra estéril, que tanto puede ser nuestra como
de los buitres o de las águilas que sobre ella se ciernen.
[...] No sois patriotas pensando que algún día sabréis
morir para defender esos pelados cascotes; lo seréis acudiendo
con el árbol o con la semilla, con la reja del arado o
con el pico del minero a esos parajes sombríos y desolados
donde la patria está por hacer [La Prensa de Soria al
2 de Mayo de 1808, Soria, 2 mayo 1908; en Antonio Machado,
Escritos dispersos (1893-1936), Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 118-20].
|
|
1909 |
Contrae
matrimonio (30 de julio) con Leonor
Izquierdo, de 15 de años de edad. Machado trabaja en los
poemas de su libro Campos de Castilla.
Leonor
|
Años
después, ya en Baeza, Machado expresará respecto de
estos años:
Si
la felicidad es algo posible y real lo que a veces pienso
yo la identizo mentalmente con los años de mi vida en Soria
y con el amor de mi mujer [carta a Pedro Chico, 1918; en Antonio
Machado, Epistolario, Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 167-68].
|
|
1910 |
Realiza
una excursión a las fuentes del Duero (octubre), subiendo al
Urbión y regresando por la laguna
Negra, trágico escenario del poema «La tierra de Alvargonzález».
En este año publica la poesía «Por tierras del Duero»
(luego cambiada de título en «Por tierras de España»),
que tanto había de impresionar a Unamuno. A finales de año
entrega parte del manuscrito de Campos de Castilla al editor
Gregorio Martínez Sierra, para su publicación en la editorial
Renacimiento.
Obtiene
una pensión de la Junta para Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas (diciembre) para cursar estudios
de filología francesa en París.
|
|
1911 |
Unamuno,
Por tierras de Portugal
y de España |
Viaja
con Leonor a París (13 de enero), donde Machado asiste a los
cursos de filología de Bédier y, con mayor interés,
al curso de filosofía moderna de Henri Bergson, en el Collège
de France, donde asiste como oyente. En París escribe el relato
en prosa «La tierra de Alvargonzález», que publicará
Rubén Darío en la revista Mundial Magazine en enero
de 1912. En julio Leonor enferma de tuberculosis, regresando ambos
a Soria en septiembre. |
|
1912 |
Azorín,
Castilla |
Aparece,
a mediados de abril, Campos de Castilla.
El libro obtuvo un éxito inmediato; Unamuno, Ortega y Gasset
y Azorín publicaron elogiosos comentarios. Buena parte del libro
la ocupa el extenso romance «La
Antonio
Machado
por Vázquez Díaz |
tierra
de Alvargonzález».
En
el prólogo a la edición del libro en Páginas
escogidas de 1917, escribe Machado:
pensé
que la misión del poeta era inventar nuevos poemas de lo
eterno humano, historias animadas que, siendo suyas, viviesen,
no obstante, por sí mismas. Me pareció el romance la
suprema expresión de la poesía, y quise escribir un
nuevo Romancero. A este propósito responde La tierra de
Alvargonzález. Muy lejos estaba yo de pretender resucitar
el género en su sentido tradicional. [...] mis romances no
emanan de las heroicas gestas, sino del pueblo que las compuso
y de la tierra donde se cantaron; mis romances miran a lo elemental
humano, al campo de Castilla y al libro primero de Moisés,
llamado Génesis.
El
1 de julio aparece en Soria el primer número del periódico
bisemanal El Porvenir Castellano, fundado por Antonio Machado
y José María Palacio, que será su director; en este
primer número publica el
artículo «Apuntes. Política y cultura», con el
seudónimo de Mireno. Machado colaborará regularmente en
el periódico hasta 1916, ya desde Baeza.
Muere
Leonor (1 de agosto). Machado abandona Soria y se instala en Madrid,
para gestionar su traslado a otro instituto. En octubre es nombrado
catedrático del Instituto de Baeza, adonde se incorpora el 1
de noviembre.
En
una entrevista publicada en La Voz de España, de París,
en 1938, Machado resume su experiencia soriana:
Soy
hombre extraordinariamente sensible al lugar en que vivo. La geografía,
las tradiciones, las costumbres de las poblaciones por donde paso,
me impresionan profundamente y dejan huella en mi espíritu.
Allá, en 1907, fui destinado como catedrático a Soria.
Soria es lugar rico en tradiciones poéticas. Allí nace
el Duero, que tanto papel juega en nuestra historia. Allí,
entre San Esteban de Gormaz y Medinacelli, se produjo el monumento
literario del Poema del Cid. Por si ello fuera poco, guardo de
allí recuerdo de mi breve matrimonio con una mujer a la que
adoré con pasión y que la muerte me arrebató al
poco tiempo. Y viví y sentí aquel ambiente con toda
intensidad. Subí al Urbión, al nacimiento del Duero.
Hice excursiones a Salas, escenario de la trágica leyenda
de los Infantes. Y de allí nació el poema de Alvargonzález.
|
|
|
|
Abel
Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado
www.abelmartin.com
|
|